La actividad solar llegó a su cúspide este domingo, cuando se
registraron varias llamaradas, la más potente de la cuales alcanzó una magnitud
récord de X1.1, según el Centro de Predicción del Clima Espacial de EE.UU. El
Observatorio de Dinámicas Solares de EE.UU. (SDO, por sus siglas en inglés)
captó en video la tormenta solar. Mientras, el flujo de las partículas
liberadas tardó dos días en llegar a la magnetosfera terrestre, que ya estaba
desestabilizada por las expulsiones anteriores.
Según el portavoz del
planetario de la ciudad rusa de Novokuznetsk (Siberia), incluso a través de los
dispositivos astronómicos más simples se puede en estos días observar las
repetidas expulsiones de masas coronales a distancias de hasta un millón de
kilómetros. El científico avisó asimismo del probable surgimiento de nuevas
manchas en la superficie del Sol. “Dichos fenómenos sucederán en el Sol con una
regularidad 'envidiable'. Varios de ellos se podrán registrar con un mero
telescopio”, afirmó.
Como consecuencia del continuo bombardeo de partículas y
rayos X hacia la Tierra, los científicos predicen la aparición dentro de los
próximos dos días de auroras boreales en latitudes insólitas. El Sol entró en
su fase hiperactiva a finales de mayo pasado. Su parte más dinámica en la
primera semana de julio fue la mancha solar AR1515, a la que se debe la
inestable radiación que llega a la Tierra. Esta mancha solar tiene 191.000
kilómetros de largo, lo que supera 15 veces el diámetro de nuestro planeta.
Diciembre de 2012, ¿Quince veces más fuertes?, y catastróficas...
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