Científicos de la
Universidad de Florida Central, EE.UU., han descubierto por casualidad un nuevo
mundo planetario de tamaño muy parecido al de la Tierra en un lugar donde no se
lo esperaban. El exoplaneta, llamado UCF 1.01, gira alrededor de su sol
GJ 436, una enana roja.
El cuerpo celeste, que alberga temperaturas infernales,
tiene el tamaño de dos tercios de la Tierra, es un poco más grande que Marte,
pero menor que Venus. El hallazgo ha sido fascinante para los astrónomos, en
primer lugar porque el planeta está a 33 años luz del sistema solar. Aunque eso
equivale a 312 trillones de kilómetros, en proporciones astronómicas “se halla
casi a la vuelta de la esquina”, explica el descubridor Kevin Stevenson. Se
trata del primer planeta de tamaño terrestre que está tan cerca de nuestro
sistema solar.
El nuevo mundo fue descubierto por casualidad, cuando
astrónomos estadounidenses usaban el telescopio espacial Spitzer de la
agencia NASA, que se usa generalmente para estudiar mundos ya descubiertos
o sondear distancias enormes en el espacio lejano. Hasta ahora no se había
descubierto con su ayuda ningún planeta, lo que abre nuevas posibilidades para
los investigadores.
Otra peculiaridad de UCF 1.01 reside en el hecho de que la
mayoría de los astrónomos no buscaban planetas como el nuestro en áreas
cercanas a enanas rojas. Se creía que junto a estas estrellas pequeñas
sólo podían orbitar las así llamadas supertierras, planetas rocosos como el
nuestro pero de una masa de hasta 10 veces mayor que la de la Tierra. No
obstante, ahora el enfoque de la búsqueda cambiará, ya que el hallazgo
demuestra que incluso las enanas rojas pueden tener sistemas planetarios con
planetas parecidos al nuestro que contengan vida.
Sin embargo, en el caso de
UCF 1.01, que se encuentra en la constelación Leo, los astrónomos no parecen
albergar muchas esperanzas de que algo pueda sobrevivir allí, pues orbita tan
cerca de su sol (su año dura 1,4 días terrestres) que la temperatura en su
superficie alcanza los 540 grados centígrados. El planeta tampoco tiene
atmósfera, que tal vez se evaporó, y se cree que su superficie está fundida
como la falda de un volcán activo. Los investigadores aún califican al UCF 1.01
como aspirante a ser nombrado planeta, ya que nuestras tecnologías no permiten aún
conocer la masa exacta del cuerpo celeste.
24 de julio de 2012
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