La energía oscura, esta
misteriosa sustancia que genera la expansión acelerada del universo, puede
provocar la destrucción de la materia visible dentro de casi 17.000 millones de
años, según asegura un grupo de astrofísicos autores de un reciente estudio.
“Si
el fin del mundo es algo real, ¿cuánto falta para su llegada? Según nuestros
cálculos, en el mejor de los casos, ocurrirá en unos 103.000 millones de años
y, en el peor, sería dentro de 16.700 millones de años, debido al 'Big Rip', o
'fin del mundo cósmico'", asegura el estudio titulado 'La energía oscura y
el destino del Universo' publicado en Science China.
En dicha investigación,
realizada conjuntamente por la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, el
Instituto de Física Teórica de la Academia China de Ciencias, la Universidad de
Pekín, y la Universidad Northwestern en Estados Unidos, los investigadores,
bajo la dirección del astrónomo Xin Zhang, se dieron a la tarea de analizar de
manera exhaustiva la energía oscura, que podría constituir el 70% del contenido
actual del universo. A diferencia de la 'materia oscura', que aparentemente es
el elemento que mantiene unido al universo y cuya naturaleza es todavía
incierta, la energía oscura estaría haciendo el trabajo contrario, haciendo que
la expansión espacial sea cada vez mayor.
En las últimas tres décadas, los científicos han obtenido
algunas pistas importantes para responder las preguntas sobre el origen del
Universo. Según la teoría del 'Big Bang' se ha elaborado un marco para explicar
su origen, sin embargo, para pronosticar su destino la naturaleza de la energía
oscura es clave. Según Zhing y sus colegas, el futuro del universo depende de
una característica clave de la energía oscura, que es la manera en la que varía
su intensidad dependiendo de los cambios en su densidad.
Esta relación se
denomina en cosmología como 'w', y constituye un medio importante para la
investigación de la dinámica de esta energía. En particular, si la ecuación w
<-1 se cumple en algún momento del futuro, la densidad de la energía oscura
crecerá hasta el infinito en un tiempo finito, y su repulsión gravitacional
destruirá todos los objetos en el universo. Este 'Big Rip' es el foco principal
del nuevo trabajo.
Así, los autores especularon sobre una serie de posibles
consecuencias antes de que el fin del mundo cósmico tenga lugar. Por ejemplo,
en la peor situación la Vía Láctea desaparecería unos 33 millones de años antes
del 'Big Rip'. Dos meses antes del fin del mundo, el Sistema Solar se
desintegraría; cinco días antes, la Luna se separaría por completo de la
Tierra; 28 minutos antes, el Sol sería destruido, y 16 minutos antes, la Tierra
explotaría.
Sin embargo, debido a los astronómicos lapsos de tiempo que se
necesitan para que esto ocurra, y partiendo de lo que ya se conoce sobre las
propiedades dinámicas de la energía oscura, los investigadores afirman, con un
tanto de humor, que todavía "hay un futuro muy largo por delante".
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