BIENVENIDOS AL FIN DEL MUNDO
Desde su propia emisora de radio religiosa, el profeta estadounidense Harold Camping prometió que este viernes casi todos los habitantes de la Tierra se irán directamente al infierno.
Los muertos saldrán de las tumbas y el 2% de la población terrestre accederá al Paraíso, mientras que los demás, antes de ser arrojados al fuego eterno, permanecerán por algún tiempo en la Tierra para conocer todo el horror de terremotos, inundaciones e incendios.
Según la predicción el 21 de octubre de 2011 le espera toda la población terrestre un megaterremoto global, a las 18:00 en punto en cada huso horario.
Curiosamente, no es la primera vez que Camping hace un vaticinio sobre el fin del mundo.Anteriormente había pronosticado que el mundo llegaría a su término 1994, y por fin, el 21 de mayo de 2011.
La tercerá será la vencida?
Cabe mencionar que, pese a ello, el 21 de octubre siempre estuvo presente en las predicciones de Camping, pero con una leve diferencia. Según la versión anterior, era en mayo cuando sus seguidores debían de ser trasladados directamente al cielo, dejando atrás un planeta sacudido por sismos de potencia descomunal. En octubre los cataclismos debían culminar con la absorción de la Tierra, junto con el resto de sus habitantes, por una bola en llamas.
Cuando en mayo del año en curso el fin del mundo no se produjo, el predicador expresó su alegría por el hecho de que un Dios benevolente permitiera a la humanidad que durante los siguientes cinco meses no se viera obligada a padecer "el infierno en la Tierra" y que el Apocalipsis físico se realizara de una vez, reduciéndose así el sufrimiento de los humanos a un plazo de tiempo mínimo.
En esta ocasión, según sus propias palabras, el 'profeta' dispone de fórmulas matemáticas exactas para hacer una verdadera predicción. Los resultados se basan en cálculos elaborados a partir de la supuesta fecha del Gran Diluvio, que al parecer se produjo en el 4990 antes de Cristo, según el Génesis. De acuerdo con esta teoría, el fin del mundo llegará justo 7.000 años después. La metodología que ayuda a Camping a calcular el final de la 'vida útil' del mundo fue premiada este año por un premio IgNobel, que se otorga anualmente a los descubrimientos más absurdos.
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