16 de noviembre de 2011

¿400 Días Para El Fin Del Mundo?

Los mayas y los egipcios sabían mucho acerca del cielo y, probablemente, la civilización que los antecedió sabía mucho más. Recién hoy la ciencia moderna está a nivel como para confirmar la veracidad de los datos recopilados por nuestros ancestros y ponernos a pensar sobre el significado de palabras como “primitivo”, “creencias animistas”, “astrología”, “atlántida”, etc.
Personalmente estudié las profecías de Chilam Balam, como parte de un estudio general que realicé sobre la civilización del México antiguo y me sorprendió la exactitud de algunas, careciendo de material y conocimientos como para confirmar las restantes.
Lo cierto es que gran parte del material rescatado “por milagro” de la destrucción de los invasores y clérigos colonizadores, aún no se ha descifrado.
Los mayas tenían, según se dice, un calendario que reunía varios tipos de medición del tiempo y está considerado el más perfecto instrumento de este tipo, más exacto y completo que los modernos.
Una de estas visiones abarca períodos de 52 años, que, relacionados con otra de períodos mayores, indican al año 2012 y, más exactamente, al 21 de  diciembre de ese año, como uno de especial importancia por los cambios dramáticos que se producirán. Esta predicción se ajusta, también, a otras provenientes del Egipto antiguo.
Foto infrarroja real de la Vía Láctea vista desde la Tierra: cerca del centro se ve una región luminosa con forma de disco (al cual llegaremos  en el 2012) (Imagen de la NASA)

  • El sistema solar se está acercando al ecuador de la galaxia
  • Se están produciendo cambios importantes en nuestro sistema solar:
En el Sol, el campo magnético ha aumentado un 230% desde comienzos del siglo XX. Esta energía sigue creciendo.
Venus brilla en la oscuridad.
Comenzando en 1960, la superficie de la Tierra aumentó su calor entre un 4 y un 6%. Alrededor de 1994 comenzó a brillar de nuevo, lo cual hace pensar a los científicos que acelerará el efecto invernadero. Durante los últimos 30 años las capas polares se redujeron en un 40%. Desde 1997 la estructura de la Tierra comenzó a sufrir un aplastamiento desde los polos que la llevan de la forma original de huevo a una de calabaza.
Las capas de hielo de Marte se derritieron en un año, causando un cambio del 50% en la superficie del planeta y el aumento de la densidad de la atmósfera en un 200% desde 1997.
Júpiter ha aumentado su energía y esta rodeado de un anillo visible de energía en la órbita de la luna Io, que, ahora, brilla en la oscuridad. El campo magnético de Júpiter se duplicó desde 1992.
Los polos de Saturno brillan y su campo magnético ha crecido. Entre 1980 y 1996 sus anillos se han reducido en un 58.2% lo que producirá dramáticos cambios en su clima.
Urano y Neptuno han experimentado aplastamiento de los polos de 60 y 50%, respectivamente. Desde 1996 Neptuno se ha vuelto 40% más brillante.
La presión atmosférica de Plutón aumentó un 300% en los últimos 15 años y se observa un oscurecimiento de su color.
Nota: las referencias a “aumento de brillo” se refieren a los datos obtenidos con telescopios infrarrojos.
Surgen mutaciones genéticas en las cuales parece que el ADN humano comienza a agregar una espiral a sus dos existentes.

Los fenómenos científicos descritos son hechos reales, pero su interpretación puede llevarnos a errores formales.
En principio no sabemos si estos sucesos son excepcionales. El sistema solar se traslada a velocidades inconcebibles por la galaxia, en dirección al centro, en el 2012 cruzaremos el mismo. Los cambios en los planetas y el Sol son registrados gracias a instrumentos que antes no teníamos. Los cambios en el ADN son fluctuaciones normales de la evolución de las especies.
¿Pueden todos estos fenómenos en conjunto originar un cambio dramático en la sociedad humana?
Las predicciones parecen apuntar a un cambio rotundo, ya sea para bien o para mal, según la visión mística que nos ocupe.
Para muchos será la catástrofe, desastres naturales, glaciación, destrucción de ciudades, diluvios, el Juicio Final.
Para otros la afirmación definitiva de la Humanidad en la espiritualidad, pasando a un estado de conciencia superior.
Para el resto, simplemente más de lo mismo.
Quienes hemos incursionado en el esoterismo, la numerología y la magia, sabemos que las coincidencias numero-lógicas, muchas veces, no son nada más que eso: coincidencias. Que los datos obtenidos de las profecías no siempre son interpretados correctamente, o no siempre son reales. Que las percepciones vía canalización existen, pero, en muchos casos, se trata sólo de negocios bien montados.

Por esto es necesario tener cuidado con toda esta información.
No voy a argumentar acerca de si el tiempo es lineal o curvo. Sólo sé que, de una u otra forma, el tiempo perdido no se recupera jamás. Y si perseguimos quimeras, perdemos el tiempo.
Lamentablemente no podemos esperar la opinión de los gobiernos respecto a todos estos fenómenos que se están produciendo. Su postura ya la conocemos: a favor si se obtienen votos.
Y tampoco podemos embarcarnos a ciegas en la nave mística de los apocalípticos o los nueva era.
Queda la opción de hacer de cuenta que no pasa nada (que es lo que la mayoría hace), ignorar, ocuparse de la cuenta del teléfono.
Pero para quienes esta opción no cuenta, sugiero la tarea de pensar e intuir.
¿Qué pueden significar estos cambios en términos de subsistencia humana?
Muchos sostienen que el “tiempo es lineal”, es decir, lo que sucederá es que todo seguirá en el camino habitual, no habrá cambios dramáticos, ni recibiremos una gracia divina, ni el anticristo nos despedazará. Aunque es posible que la Tierra siga siendo castigada por nuestros deshechos y por la explotación desmedida de los recursos naturales.
En este caso, el que más le gusta a la gente sensata, marchamos tranquila, lineal e ininterrumpidamente hacia la extinción. Ya sea por agotamiento de los recursos, superpoblación o aburrimiento.
Otra postura, variante de la anterior, nos dice que los recursos son infinitos, que no vamos a extinguirnos, que descubriremos nuevos recursos y seremos colmados de abundancia.
En la otra esquina de la contienda, seremos destruidos por la ira divina o ayudados por ella elevándonos a un nivel más alto de conciencia y espiritualidad.
Pero, lejos de ser irónicos, hay un lujo que no podemos darnos: el de la ingenuidad.
Ingenuidad es creer que NADA ESTA PASANDO.

Veamos: El Sol entra en un período de gran actividad, su atracción magnética crece, se esperan verdaderas tormentas solares. ¿Qué efecto tendrá esto sobre nuestra vida?
Todos los planetas del sistema están experimentando cambios DRAMÁTICOS. La proximidad del centro de la galaxia, desde donde se supone proviene la energía que nos alimenta, debería producir un aumento energético y, por lo tanto, de toda la actividad planetaria... la cual incluye a sus criaturas.
Se modificarán climas, presiones atmosféricas, pautas genéticas...
Algunos sobrevivirán a este cambio, otros no, o nadie sobrevivirá y el cosmos se hará un replanteo sobre la vida en el sistema solar.
No es para desesperarse. ¿Qué espera el cosmos de nosotros?
Todo depende de lo que nosotros creamos que SOMOS.
Y aquí entramos en el plano de las creencias. Porque, por lo menos para mí, está claro que no podemos hacer que esto no suceda. La nave de Armagedon quedó en el asteroide con su capitán y ya nadie puede salvarnos.
Si existe una mente que dio origen a todo, entonces también tendrá un propósito.
Nosotros le decimos Papa Dios; pero, por otro lado, lo vemos como un padre castigador y tiránico.
Para no entrar a esta contienda, me voy a referir a Él, como EL ORIGEN. Es decir: el centro de donde emana nada menos que la vida.
Todo lo que veo a mi alrededor evoluciona y, por lo menos a mi ojo, la naturaleza reboza en abundancia y variedad.
Hay especies que se extinguen y otras que aparecen , nuevas, perfeccionadas y mejor adaptadas.
Si algo en nuestra configuración está fuera de ritmo con el universo, vamos a extinguirnos, sin duda.
Si para EL ORIGEN somos una criatura especial, diferente de los mamuts y los dragones, puede que vaya a hacer algo por salvarnos para que no desaparezcamos como ellos.

Pero si no es así, estamos en manos de la genética humana, de si es capaz o no de evolucionar hacia los nuevos parámetros que se presentan desde hace un tiempo y que harán tope en el 2012.
La humanidad ya ha sobrevivido a cambios. Lo que no sabemos es si estos cambios del pasado fueron o no puntos de inflexión en nuestra evolución como especie.
Suponiendo que lo fueran y que esto es lo que están tratando de decirnos las profecías, el cambio no ocurrirá frenéticamente el 21 de diciembre del 2012. sino que se irá produciendo paulatinamente. Y eso es lo que parecen anunciar los exabruptos climáticos, el recalentamiento de la atmósfera, los inviernos cada vez más fríos y la aparición de un nuevo anillo en el ADN humano.
¿Y qué de los cambios internos?
Esto hay que preguntárselo a quienes tienen conciencia de su ser interior o, por lo menos, hacen algo por buscarlo.
En muchas personas con actividad mística o chamánica se ha producido incremento de su sensibilidad, cierta desorientación, un corte abrupto de sus comunicaciones entre-mundos desde octubre del 2007 hasta mediados de enero del 2008 y la reactivación de esas comunicaciones con más intensidad en febrero del 2008. Y esto ha sucedido en personas de diferentes creencias.
Lo común y notorio es que se “siente que algo está sucediendo”.
Las personas que realizan “canalizaciones” reciben mensajes de sus seres de luz muy alentadores respecto al inicio de una etapa de espiritualidad muy esperada (y, por qué no decirlo: necesaria)
No hay registros científicos de esta actividad, pero sería interesante recibir información de los protagonistas.
No vamos a ponernos de acuerdo, después de todo la diversidad es una de las maravillas del cosmos, pero aquellos que estamos curiosos, por lo menos, tendremos con qué entretenernos.
... hasta que, una a una...
... las estrellas vayan cayendo....

Uno de los muchos videos que hay rodando por internet informando de este tema:




0 comentarios :

Publicar un comentario